BEST OF
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Ni penitencia ni acto de fe, esta peregrinación te llevará al lugar más sagrado de todos: el Mar. Hablemos de los Caminos de Ronda, esos senderos que recorren la Costa Brava de norte a sur, desde Blanes a Portbou. 130 kilómetros de camino donde encontraréis acantilados, pequeños pueblos de pescadores, runas, faros, calas escondidas, túneles y muchas sorpresas más.
Estos senderos, originariamente creados para vigilar el contrabando por mar y para facilitar el movimiento de pescadores entre calas, se han mantenido con orgullo hasta día de hoy como uno de los símbolos más grandes de la Costa Brava.
Hay tramos más exigentes que otros, por su ubicación y pendientes, pero todos los trayectos gozan de caminos bien marcados y vistas de escándalo. En todo caso siempre recomendamos que llevéis calzado cómodo (nada de chanclas de playa y ya veremos), protección solar y mucha agua.
Y es que como todo en la vida, existen tres maneras de disfrutar la Costa Brava: desde mar, tierra o aire. Y si no eres de los afortunados que cuentan con avioneta o yate, los Caminos de Ronda que os proponemos a continuación son la mejor manera de disfrutar fácilmente de todos los puntos de vista.
Camino de Ronda de Blanes a Lloret de Mar
12km ir y volver (2h30 aprox)
En Lloret encontramos varios tramos que unen la población con Blanes, atravesando playas, acantilados y calas impresionantes como la de Fanals, Cala Banys, el Rompent o sa Caravera.
Empezando desde el paseo marítimo de Blanes y en dirección al Jardín Botánico de Marimurtra daremos salida a este camino. Recorreremos la Cala de Sant Francesc y Cala Treumal, entre otras.
A medida que nos acerquemos a la frontera con Lloret, iremos encontrándonos tramos del camino más alejados de las calas pero igualmente bonitos.
Cerca de nuestro destino final encontramos Cala Banys, uno de los mejores y menos conocidos rincones de Lloret. Se trata de una zona profunda y rocosa donde abundan arrecifes y erizos de mar, parecida a su vecina sa Caravera, coronada por el mirador de la Dona Marinera.
El mirador de Mallorca será nuestro destino final o también punto de salida. Desde ahí se comunica la playa de Sa Caleta con la Cala dels Frares, la de Trons y la punta de los Cabdells. Si nos atrevemos a seguir caminando una vez llegados, cabe destacar también el camino que comunica Cala Canyelles con Cala Morisca, una zona estrecha y llena de piedras, envuelta en terrenos altos y pinos de gran belleza.
Camino de ronda de Tossa de Mar a Cala Pola
6km ir y volver (1h30 aprox)
De recinto medieval a calas paradisíacas, este camino lo tiene todo. Una ruta ideal para hacer en familia que recorre senderos de pinos que contrastan con el azul transparente del mar, sin olvidar el centro histórico de la población.
Con alguna que otra subida de lo más fácil, pasaréis por Cala Bona y Cala Pola, dos pequeñas calitas con cueva escondidas. Ambas cuentan con chiringuitos increíbles donde podréis parar a tomar algo. Llegados a la mitad del camino, podréis disfrutar también de unas vistas panorámicas al pueblo de Tossa que no os dejarán indiferentes.
Camino de Ronda de S’Agaró – de la Playa de Sant Pol a la playa Sa Conca
4km ir y volver (1h aprox)
Un Camino de Ronda ancho y cómodo, de los más fáciles y adaptados para toda la familia, que transcurre entre vegetación y casas señoriales. Un paseo de lo más agradable que puedes hacer incluso con niños y sin necesidad de llevar calzado deportivo.
Al principio del tramo podrás disfrutar de la punta d’en Pau, la cala del Vaixell y Cala Pedrosa, una pequeña playa de arena gruesa coronada por dos rocas en los laterales. Más adelante encontrarás las calas Font y de las Vaques, y al final la playa de Sa Conca, una extensa playa de las más bonitas de la Costa Brava. Una vez llegas, puedes decidir seguir hasta el club náutico Port d’Aro o volver en dirección contraria, bien por el Camino de Ronda o por la urbanización.
Es uno de los tramos más bonitos y cuidados de toda la zona, en el que cabe destacar su precioso mirador y la casa de Senya Blanca, construida el año 1922 y con una espectacular Loggia, propiedad de la familia Ensesa. El Sr. Josep Ensesa i Gubert fue el impulsor y constructor de la ciudad jardín de S’Agaró, uno de los rincones más elegantes y exclusivos de la costa catalana. Diseñó y construyó el camino como un acto de mecenazgo y profunda estima hacia su país.
Camino de Ronda de Platja d’Aro a Sant Antoni de Calonge
7km ir y volver (2h aprox)
Este tramo del Camino de Ronda comunica la playa grande de Platja d’Aro con la playa de Torre Valentina, un camino fácil aunque con escaleras y subidas en algún tramo, que recorre calas preciosas como la Cala del Pi, Sa Cova (después de cruzarla encontraréis un túnel abierto al mar que recuerda a una ventana), Cala Belladona (una de nuestras favoritas), Cap Roig o Cala Rovira. También pasarás por Cala Cristus, una playa más ancha donde encontrarás un chiringuito para tomar algo o descansar.
Después del descanso podéis seguir hacia la Cala de Roques Planes, una de las más originales de la zona, con unas rocas muy características que bien merecen estar en vuestro Instagram (aviso: en la playa se practica el nudismo). Si seguís vuestro camino llegaréis entonces a Torre Valentina.
Camino de Ronda de Palamós a Calella
22km ir y volver (6h aprox)
Probablemente uno de los tramos más especiales y espectaculares que recorre playas de las más bonitas y zonas solo accesibles a pie, y apto para toda la familia.
Empezamos el camino justo al final de la Marina de Palamós, donde dejamos atrás el pueblo pesquero y nos adentramos en plena naturaleza. Encontraremos el mirador de Cap Gros, un lugar ideal para unas vistas panorámicas de la zona, y más adelante la conocida playa de la Fosca.
Siguiendo el camino podremos disfrutar de maravillosos rincones como la cala s’Alguer, un lugar único y muy especial, la playa Castell con su poblado ibérico y la famosa barraca de Dalí, Cala Estreta y Cala del Crit.
Una vez llegamos a la zona de Palafrugell, nos encontraremos primero con el Jardín Botánico de Cap Roig, un lugar muy bonito donde podréis parar a visitar si tenéis tiempo. Ese trozo, aunque es corto, hay que hacerlo por el interior al no poder pasar a través de los Jardines.
Pasaremos después por la Cala del Golfet, con unas vistas espectaculares, y más adelante llegaremos a Calella, con su increíble y fotografiable playa del Port Bo.


Camino de Ronda a Calella a Llafranc
4km ir y volver (1h aprox)
Entre Calella de Palafrugell y Llafranc podéis disfrutar de las mejores vistas panorámicas de la Costa Brava y con el encanto de un pueblo de pescadores. El itinerario es perfecto para hacer con amigos e ir parando para darse un baño en algunas de las calas. Empezaremos en la Cala del Golfet, un tramo prácticamente virgen todavía que nos llevará a través de túneles y algún desnivel hasta la Cala de Sant Roc, desde donde divisaremos todo Calella.
Recorreremos el paseo principal, pasando por las míticas playas de Port Pelegrí, Port Bo y Canadell. Después seguiremos nuestro camino hasta la playa principal de Llafranc. Si os quedan fuerzas os recomendamos subir hasta el Far de Sant Sebastià, donde podréis gozar de unas vistas impresionantes.

Camino de Ronda de Llafranc a Tamariu
7km ir y volver (2h aprox)
Calas apartadas, pinos, miradores, acantilados y casitas de pescadores. Un recorrido muy tranquilo que finaliza en una de las mejores calas de la costa Brava, Aigua Xelida. Aunque este tramo cuenta con bastantes subidas y bajadas, no os dejéis asustar, ya que es realmente fácil.
Desde Cala Pedrosa hasta Aigua Xelida, pasaréis también por el paseo marítimo de Tamariu, un lugar ideal para descansar.
Camino de Ronda de Begur a Pals
20km ir y volver (5h aprox)
El Camino de Ronda de Begur es uno de los más conocidos y no podía faltar en esta lista. Es algo largo así que podéis hacerlo de golpe o dividiros los tramos en distintos días. En general es bastante accesible y a lo largo del recorrido encontraréis todo tipo de naturaleza: pinos, matojos, rocas, y muchas escaleras que os llevarán a cada una de las calas.
En el primer tramo encontramos playas como n’Estàsia, un antiguo núcleo de pescadores del pueblo de Begur, la piscina natural d’Es Cau y el cap Rubí, que marca el cambio de color de la costa de rojizo a gris. Siguiendo el camino por las calas de Begur pasaréis por Platja Fonda, el Semáforo de Begur, Sa Tuna y Aiguafreda, con vegetación de lo más salvaje, y ya hacia el final encontraréis Sa Riera, un rincón con las mejores vistas de las Illes Medes y la mediática Illa Roja, que os darán paso a la inmensa playa de Pals.

Camino de Ronda de Roses a Cala Monjoi
18km ir y volver (5h aprox)
El Parque Natural del Cap de Creus es uno de los entornos naturales más emblemáticos y espectaculares del país. Por ello no podía faltar incluir en la lista un tramo del Camino de Ronda que pasa por aquí, de Roses a Cala Montjoi.
Se trata de un camino fácil de realizar y que invita a bañarse en algunas de las calas que encontraréis, como Cala Murtra o Cala Rostella. A medida que se avanza, el paisaje se hace más escarpado, y los tramos se vuelven más sorprendentes, con rocas de todo tipo de formas por el toque de la tramuntana.
En este tramo podréis encontrar los rincones más salvajes de toda la Costa, senderismo en su máxima expresión. Podréis ver también el antiguo Bulli y disfrutar del Cap Norfeu y su apertura hacia el mar.

Camino de Ronda de Port de la Selva a Llançà
14km ir y volver (4h aprox)
Este Camino de Ronda está dividido en dos partes distintas: la que une cala Fornells con cala Tamariua, y la que une El Port de la Selva con Llançà por la costa. En el primero de ellos pasaréis por playas preciosas como la Cala Cativa, y en el segundo nos alejamos un poco de la playa de la Vall para llegar al faro de S’Arenella, zona que había estado reservada para uso militar. En este trozo podréis disfrutar también de la belleza del monasterio de Sant Pere de Rodes.
Seguimos el camino hasta Llançà y podremos apreciar las peculiares características de la zona: cap de Bol, l’Illa Castellà d’en Lambert, la punta del Garoter, la punta Podaire, la punta d’en Feliu o la d’en Poc y la playa de la Farella. Se trata de una de las zonas más vírgenes y salvajes de la Costa Brava, y uno de los Caminos de Ronda menos transitados y que más disfrutaréis por su calma y tranquilidad.
